Lo prometido es deuda, pese a que no todo el mundo siga dicha norma. Pero como yo me considero un hombre de palabra y le prometí a Capullo Encantador que publicaría esta semana sobre el tema que él eligió (entre las pocas opciones que le di, todo sea dicho) no tengo más remedio -con sumo gusto, eso sí- que atenerme a mi promesa. Por tanto queridos lectores, hoy Arlluken se enorgullece en presentarles uno de esos juegos que tantas horas de entretenimiento (vicio, vale) nos dio en le pasado pero que a día de hoy tenemos ya un tanto olvidados. De modo que sin más preámbulos, hoy os ofrezco...
Wacky Wheels fue un juego producido por 3D Realms y Apogee que vio la luz en el mundialístico año de 1994, cuando el bienamado por todos los españoles Mauro Tasotti le rompió a Luis Enrique la nariz y a los españoles el alma al caer la selección eliminada en cuartos otra vez (cómo ha cambiado la historia). Pero no nos descentremos, como iba diciendo Wacky Wheels fue uno de tantos juegos que trataron de apropiarse de una parcela del éxito cosechado por Super Mario Kart en 1992 en su lanzamiento para Snes. Sin embargo pocos fueron los capaces de estar a la altura de tan laureado título, presentando en la mayoría de los casos ofertas de juego mediocres. ¿Fue Wacky Wheels la excepción?
Bien, realmente no sabría responder a esa pregunta. ¿Era peor juego que Super Mario Kart? Sí, sin duda. ¿Pero tuvo éxito? Sorprendentemente, sí. Quizá fuese porque para alguno tuviese un encanto especial, quizá fuese efecto de la reputación de Apogee por la época o quizá fuese que era la alternativa más aceptable para todos los usuarios (por aquel entonces aun en proceso de masificación) de PC.
El caso es que el juego triunfo en la medida de sus posibilidades y por eso hoy algunos lo recordamos.
Wacky Wheels era, como digo, un juego de carreras estilo Super Mario Kart, sólo que en este caso los corredores no eran Mario ni el resto de la tropa, sino una serie de animales con nombre y hasta lema propio que a continuación os presento (eso sí, en kart iban).
El caso es que el juego triunfo en la medida de sus posibilidades y por eso hoy algunos lo recordamos.
Wacky Wheels era, como digo, un juego de carreras estilo Super Mario Kart, sólo que en este caso los corredores no eran Mario ni el resto de la tropa, sino una serie de animales con nombre y hasta lema propio que a continuación os presento (eso sí, en kart iban).
Tigi el tigre: Vroom! Growl!
Blombo el elefante: Never forgets
Ringo el mapache: Rapid rascal
Razer el tiburón: Killer Wheels
Uno el panda: Cute and fast
Sultan el dromedario: One hump or two
Morris el alce: Old reliable
Peggles el pelícano: Turbo Squack!
Pues bien, del modo de juego poco hay que decir, visto un juego de este tipo, vistos todos (o casi). El objetivo lógicamente era ganar el mayor número de carreras posibles que te hiciesen ganar los diferentes campeonatos, necesitando para ello tanto pericia al volante como puntería; porque... ¿qué sería de un juego de karts sin potenciadores y armas? Pues potenciadores tirando a pocos por no decir ninguno, pero armas había variedad, bolas de fuego, bombas, aceite, bombas gato (sí, sí, tal como suena) y, en menor medida pero en más cantidad los omnipresentes erizos, que nos acompañarán a lo largo del todo el juego. ¿Para qué servían los erizos? Simple, para tirarselos al rival. Lo malo de los erizos era que requerían bastante puntería para acertar con ellos; lo bueno, que por cada uno que recogieses en la pista obtendrías 4 para lanzar; y lo mejor, las poses de los erizos en la pista, donde nos los encontraríamos desde jugando al yoyo hasta haciendo pesas (eso sin olvidarnos de los que aparecían defecando en un urinario a la vuelta de la curva).
Además en el apartado armas existía un pequeño truco por si te quedabas sin munición y que no todos los jugadores conocían (de hecho tirando a pocos), ya que si mantenías la tecla de disparo pulsada unos segundos obtendrías la que sin duda era el arma más efectiva del juego, el cubo de hielo, que tenía la desventaja de lanzarse como un erizo, pero que por otro lado podías tener cuantos quisieses y además si acertabas harías que al contrincante se le parase el motor durante los segundos suficientes como para sacarle casi media vuelta.
(Para los que os lo preguntais: Sí, es un demonio enseñando el culo,
es el equivalente a la tortuga en la nube del Mario Kart)
Además en el apartado armas existía un pequeño truco por si te quedabas sin munición y que no todos los jugadores conocían (de hecho tirando a pocos), ya que si mantenías la tecla de disparo pulsada unos segundos obtendrías la que sin duda era el arma más efectiva del juego, el cubo de hielo, que tenía la desventaja de lanzarse como un erizo, pero que por otro lado podías tener cuantos quisieses y además si acertabas harías que al contrincante se le parase el motor durante los segundos suficientes como para sacarle casi media vuelta.
Y en cuanto a los circuitos nada del otro mundo, de hecho imitando bastante al Mario Kart: playa, circuito de asfalto, lava... nada nuevo. Sólo les faltó por plagiar el hielo.
Eso sí, cómo no, como cualquier juego de karts que se precie, Wacky Wheels también incluía el modo combate e incluso, y esto si que era novedad, para un solo jugador, en lo que se llamaba “Duck shoot” (suena bien, qué no). En cualquier caso no pretendo seguir con las comparaciones, ya que estas son odiosas, pero el modo combate de Mario Kart no tenía absolutamente nada que envidiarle.
Pero en algo si que sobresalía Wacky Wheels sobre Mario Kart, ya que aprovechando los segundos pasos de internet (consideremos que los primeros se dieron antes de que naciésemos y que los segundos son la llegada a los hogares de los primeros modem) Whacky Wheels no sólo permitía el juego multijugador en pantalla dividida, si no que también fue uno de los primeros en permitir el juego online mediante el uso de modem (por aquel entonces los modem de 56 Kb eran la panacea, lo cual nos da una ligera idea de los requerimientos de trafico de información del juego).
(Nuestro amigo el demonio en todas sus apariciones)
Eso sí, cómo no, como cualquier juego de karts que se precie, Wacky Wheels también incluía el modo combate e incluso, y esto si que era novedad, para un solo jugador, en lo que se llamaba “Duck shoot” (suena bien, qué no). En cualquier caso no pretendo seguir con las comparaciones, ya que estas son odiosas, pero el modo combate de Mario Kart no tenía absolutamente nada que envidiarle.
Pero en algo si que sobresalía Wacky Wheels sobre Mario Kart, ya que aprovechando los segundos pasos de internet (consideremos que los primeros se dieron antes de que naciésemos y que los segundos son la llegada a los hogares de los primeros modem) Whacky Wheels no sólo permitía el juego multijugador en pantalla dividida, si no que también fue uno de los primeros en permitir el juego online mediante el uso de modem (por aquel entonces los modem de 56 Kb eran la panacea, lo cual nos da una ligera idea de los requerimientos de trafico de información del juego).
En cuanto al aspecto técnico las imágenes lo dicen todo, no eran los peores gráficos para la época teniendo en cuenta el tipo de juego, pero también es cierto que estaban bastante lejos de los mejores títulos de aquel entonces. Y respecto al aspecto sonoro... en fin, la música no llegaba a ser repetitiva del todo, pero carecía de la mínima chispa que pudiese hacer que alguno de sus temas fuese vágamente recordado.
Y bueno, poco más se puede decir de este juego que no se haya dicho ya... no era malo, en contra de lo que alguno pueda interpretar de mis palabras, era un buen juego; simplemente que poniendo al lado el Mario Kart sufría un agravio comparativo. Como siempre... merece ser probado como mínimo.
Pues bien, hasta aquí hemos llegado por hoy. Capullo Encantador, espero que el post haya sido de su gusto; y a todos los demás ya sabéis, a portarse bien y si conducís no bebáis, que no os llegan las manos...
Pues bien, hasta aquí hemos llegado por hoy. Capullo Encantador, espero que el post haya sido de su gusto; y a todos los demás ya sabéis, a portarse bien y si conducís no bebáis, que no os llegan las manos...
Dios, qué clásico! Yo obviamente jugaba con Ringo o a veces con Peggles.
ResponderEliminarMolaba mucho.. tardes enteras jugando carreritas con mi hermano (y.. no, no teníamos consola Nintendo... había que conformarse con lo alternativo) ;)