Let there be light...
Autor
Ken Follet era un escritor conocido por sus libros de suspense cuando en 1989 sorprendió al público y a la crítica con este best-seller histórico que lo consagró como una de las caras más conocidas en el mundo de la literatura. Su estilo narrativo se apoya en las descripciones y en los personajes, las primeras documentadas y precisas, los segundos vivos y veraces aunque pecando en más de una ocasión de demasiado "modernos". Con todo hay que reconocerle a Follet su mérito por haber alumbrado una obra (que en unas décadas será un clásico) de semejante envergadura.
Argumento
Los pilares de la tierra sostienen unas de las obras arquitectónicas más impresionantes creadas por los hombres. La historia de la construcción de la catedral de Kingsbridge es la historia de este libro. A pesar de lo que pueda parecer, por el detalle con el que nos la presenta, Kingsbridge no es una localidad real sino que representa al típico pueblo inglés del siglo XII. Ya en las primeras páginas conocemos a Tom Builder, maestro constructor y cabeza de una familia pobre que vaga por los pueblos ingleses malviviendo por culpa de los impagos y la falta de trabajo. Con ellos pasamos hambre y frío y en un trágico suceso que marca a la familia aparecen Ellen y Jack. Ellen vivie en el bosque apartada de la civilización, cazando su propia comida junto a su hijo Jack, un muchacho tímido con unas manos prodigiosas que esculpen la piedra con una habilidad que llama la atención de Tom. El odio de Ellen por la iglesia y su reticencia a dejarse ver publicamente hacen sospechar que esconde un secreto que iremos descubriendo a lo largo de los capítulos.