Para mi primera entrada me vino a la mente un torrente de posibles títulos que comentar. Desde clásicos inmemoriales como la saga Monkey Island hasta rarezas poco conocidas a las que he tenido el gusto de jugar como Tron 2.0 pasando por títulos como X-Wing VS Tie Fighter, Mass Effect, Doom, Revolt, GTA, Need For Speed, Heroes of Might and Magic, Bomberman, Pang, Pitfall, Sonic... pero finalmente vino a mi cabeza un título que desbancó de un plumazo a auténticos titanes de los videojuegos como el fontanero Mario, el valiente y viajero de mil mundos Link o a todo el elenco de luchadores callejeros de Street Fighter. Hablo de un juego que, muchos años después de su lanzamiento sigue siendo considerado por muchos el mejor videojuego de la historia. Hablo, cómo no de...

Allá por el año 1996 nacía en Madrid una empresa de desarrollo de videojuegos llamada Pyro Studios que cumpliría el sueño de cualquier empresa recién formada: llegar y besar el santo. El primer juego (de los 7 publicados por el estudio hasta la fecha) fue “Commandos: Behind enemy lines”, que vería la luz en el año 1998 obteniendo un casi inmediato reconocimiento internacional. ¿Las razones? Veámoslas:
En 1998 los motores gráficos estaban dando un salto cualitativo, Pentium regía el mercado de procesadores (todos recordamos sus primeras publicidades con su musiquilla de 4 notas final) , nacía una pequeña empresa llamada Google que no llegaría a nada y la piratería daba ya sus primeros pasos con las primeras grabadoras de CD de uso doméstico.

Pues bien... Commandos nos situaba en plena segunda Guerra Mundial al control de un pequeño grupo de soldados cada uno específicamente entrenado para una serie de tareas concretas. Así tendríamos el control de un boina verde, un artificiero, un buzo, un francotirador, un ladrón, un conductor, un marine y dos espías para hacer frente a auténticos miniejércitos que tendríamos que eliminar o dejar inactivos para cumplir nuestras misiones, ya fuese un rescate de un soldado, una misión de infiltración o hacer volar por los aires una base del tercer Reich.

Pero lo auténticamente genial de Commandos era la plena libertad de movimiento y acción. Podías utilizar el método que considerases más apropiado para cada situación sin ningún tipo de restricción y llevar a cabo tu misión como mejor considerases. Por poner un ejemplo simple, el abanico de posibilidades para reducir a un soldado enemigo iba desde aproximarse por la espada a ponerle una bomba bajo los pies, pasando por granadas, señuelos (tabaco, vino), drogarlo, quemarlo, un disparo de francotirador, atarlo, engañarlo haciéndose pasar por un oficial superior... y cualquier otro método que se te ocurriese. Todo valía para cumplir con tu misión.
Y cuando hablamos de reducir a un soldado estamos poniendo el ejemplo más simple posible, ya que para cumplir nuestra misión tendríamos que eludir patrullas armadas, escalar edificios, huir de perros guardianes, desactivar minas terrestres, arrastrarnos, subirnos a postes telefónicos, escondernos entre la vegetación y la basura, nadar entre cocodrilos, reclutar aliados, hacer volar carros de combate, pilotar lanchas, blindados, inhabilitar enemigos únicamente con un paquete de tabaco y un largo etcétera de posibilidades cuya cantidad de combinaciones posibles suponía un número casi infinito de maneras de superar la misión.
Y un apartado que merece un párrafo propio es el técnico, el cual, si bien no brillaba por su variedad ni calidad sonora lo compensaba con creces con su apartado visual, no especialmente adelantado a su época pero realmente impresionante en su resultado final, ofreciendo distintas perspectivas para no dejar ningún punto muerto del terreno y entornos 3D par los interiores de los edificios. Además las texturas y motor gráfico resultaban realmente realistas (considerando la época), confiriendo un plus de realismo e inmersión en el juego. Y no sólo eso, si no que además Commandos no era un juego que exprimiese un ordenador de la época ya que, si bien un ordenador potente podía suponer mayor número de detalles extra, la pantalla principal apenas sufriría cambios realmente notorios de su configuración más pobre a la más adornada.

Si Commandos era bueno, y su expansión (Commandos: Beyond the call of duty) tuvo una gran acogida también, la franquicia alcanzaría su punto culmen con su segunda entrega: Commandos 2: Men of courage (2001), que convirtió un juego ya de por si impresionante en un auténtico orgasmo de sensaciones para jugones y no tan jugones. Con 10 fases de campaña + 2 fases de entrenamiento + 10 fases bonus no sólo daba horas y horas de juego (tengamos en cuenta que nos llevaría al menos 2 horas completar cada misión principal) sino que implementaba todos y cada uno de los aspectos de su predecesor, realizando además algún cambio en las filas del grupo. A todo esto sumarle el modo cooperativo en el que cada jugador podía manejar a uno o más miembros del grupo volviendo el juego mucho más dinámico (y en muchas ocasiones mucho más difícil y crispante por la descoordinación entre jugadores). Es por ello que Commandos 2 siga siendo a día de hoy considerado por muchos el mejor videojuego para PC de la historia.
Pero por desgracia, aunque en este caso segundas partes fueron más que buenas, las terceras no lo fueron tanto. En 2003 veia la luz Commandos 3: Destination Berlín, un juego que no sólo no había mejorado en el aspecto técnico sino que en el jugable apenas pasaba por ser una triste expansión para Commandos 2. Con menos escenarios y con una extensión de estos 4 o 5 veces más reducida el título seguía siendo jugable, pero pecaba de falta de innovación y frescura. Realmente parecía estar hecho con los restos no utilizados de Commandos 2.


Grande commandos, cuantas tardes pegado al pc... Pena que al final se fuera Gonzo Suarez y se fuese todo a la mierda.
ResponderEliminarLlamo vuestra atención sobre la nueva cabecera... XD
ResponderEliminarDe los grandes recuerdos que me dejó este juego, está el haberme terminado el juego en cooperativo con el señor Son_Eu en los tiempos aulaneteros, si es que jugar codo con codo ayudaba mucho, eh?
ResponderEliminarHasta que cierto torpe que manejaba al zapador acababa pisando una mina que jodia una partida que no había sido guardada... :S
ResponderEliminar¬¬
ResponderEliminarRonfue te acaban de pillar! ZAS!
ResponderEliminarPD: Desde la editorial del blog no nos hacemos responsables de los atentados que sufran los miembros del mismo como represalia al chiste insertado por Capi Capullo en la cabecera.
ResponderEliminarPero que pelotas les echais, teneis delante de vuestra cara al capullo que nos hizo perder la guerra mundial y me echais a mí la culpa.
ResponderEliminarFuego a todos, eso os espera. PELIGRO BUKKAKE!!
El Bukkake marcado no se encuentra en peligro en este momento; por favor, inténtelo más tarde.
ResponderEliminarQue juegazo era el commandos.. el primero es una obra del culto jueguil, sobre todo por lo original y fresco del planteamiento.
ResponderEliminarEl problema es que Pyro Studios se dedico a repetir la formula una y otra vez y vivir de rentas, y la gente se cansó de más de lo mismo.
Yo creo que un nuevo commandos a estas alturas sería un error y Pyros lo sabe.
Que grande la misión del submarino con perro...
ResponderEliminarFavorito: el artificiero.
La cabecera... Buf, por lo menos esta vez no fui yo XD
¿Alguna objeción a la cabecera?
ResponderEliminarEh Eh Eh, no me cambieis de tema, colgad al capullo que pisaba las minas y nos hacía perder la partida!!!
ResponderEliminarSí, sí, así lo recuerdan mis ojos de Elfo
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